El SXVII empezó complicado en Andalucía, se extendió la crisis del XVII e incluso empeoró. Esto se debió a la Guerra de Sucesión (1700-1713) en la que se enfrentan Felipe de Anjou y el Archiduque Carlos de Austria
Subió al trono Felipe V de España que realizó profundas reformas: Trasladó la Casa de Contratación de Sevilla a Cádiz
Entonces llegó su hijo Carlos III, que era un despota ilustrado. Este se dedicó a repoblar Andalucía creando nuevos pueblos como La Carlota o La Carolina. También se comenzaron a crear las principales Sociedades Económicas en ciudades como Málaga, Granada, Sanlúcar y Puerto Real.
Siglo XVIII Granada
Granada apoyó desde el principio al Borbón con la creación de una Junta de Guerra que hizo frente a una flota anglo-holandesa que desembarcó en sus costas en 1702. Y en 1706 se envió ayuda al vecino reino de Murcia que atravesaba una situación difícil.
En 1747 Don Manuel de Argumasa crea la Compañía de Comercio de Granada con fábricas de seda, lino, cáñamo y lanas en diferentes pueblos y con el apoyo de José de Carvajal y Láncaster, consiguió varias ventajas en aranceles y se querían traer técnicos ingleses de las nuevas máquinas. El intento de salvar la seda no dio resultado pues la lana era más competitiva. Se creó una Fábrica de sombreros con 3402 ejemplares en 1750, se fabricaban en Granada y Baza.
En la segunda mitad de la centuria se intentó recuperar el tema obligando a cada pueblo a plantar morales, pero la cantidad de seda vendida seguía retrocediendo. En 1788 se permitió que las tierras pudieran cercarse y en 1790 se tomaron medidas contra los destrozos del ganado, pero ya era tarde pues la producción de seda dejó de ser significativa.
La hacienda de Carlos IV (1788-1808) es deficitaria y no paga por lo que el cáñamo de la vega de Granada cae en picado. Se impulsó el cultivo del maíz, tomates, patatas y batatas. La caña de azúcar de la costa va desapareciendo con el clima frío del s. XVIII. En 1643 hay 7 ingenios que molieron y a final de siglo solo dos. El algodón empieza con auge. Este siglo está más controlado en epidemias, con la mejora de la red viaria se comercializan los productos y mejora el cordón sanitario. Granada de 52.744 personas en 1747 pasa a 57.000 en 1787.